lunes, 18 de junio de 2012


Desgrabación de la Homilía del Sr. Arzobispo de Buenos Aires Cardenal Jorge Mario Bergoglio s.j., pronunciada en la Catedral Metropolitana con motivo de la Misa por la Educación.
La primera lectura nos describía como era la vida de los primeros cristianos, y la pincelada del apóstol es muy sencilla: “la multitud de los creyentes tenia un solo corazón y una sola alma”, es decir, vivían en armonía. Las primeras comunidades cristianas habían comprendido que el mensaje de Jesús, vivido maduramente, los llevaba a una vida de armonía; y aunque había conflictos, los superaban para salvaguardar esta armonía. Cuando vi el texto antes de la misa me quedé pensando en este modo de vivir de aquellas primeras comunidades cristianas y la misa de hoy… Y pensé si nuestro trabajo educativo no tendría que ir por este camino de lograr la armonía: la armonía en todos los chicos y chicas que nos han confiado, la armonía interior, la de su personalidad. Es trabajando artesanalmente, imitando a Dios, `alfarereando´ la vida de esos chicos, como podremos  lograr la armonía. Y rescatarlos de las disonancias que son siempre oscuras; en cambio, la armonía es luminosa, clara, es la luz. La armonía de un corazón que crece y que nosotros acompañamos en este camino educativo es el que hay que lograr.  
 Una armonía que tiene dos puntos referenciales clave: se forma en la conjugación entre el límite y el horizonte; una educación solamente enfocada en un límite anula las personalidades, quita la libertad, apoca a la persona, no se puede educar a puro límite, a puro “no.. no se puede”, “no se puede”, “no se puede” o “hacelo así!”... No! Esto no deja crecer y, si crece, lo hace mal. Tampoco con una armonía que sea puro horizonte, puro disparo al futuro sin ningún punto de apoyo, eso no es armonía sino que es una educación que termina en la desorientación total del vale todo, en el relativismo existencial que es uno de los flagelos más grandes que están recibiendo los chicos como oferta. Muchas veces pienso, cuando veo este existencialismo tan relativo que se le propone a los chicos en todos lados y que no tiene punto de referencia, en nuestro profeta porteño:”Dale que va… todo es igual… total en el horno se vamo a encontrar” Entonces estos chicos, que no tienen una contención de límites y están disparados al futuro, están en el horno! Ahora! Y nos vamos a encontrar en el horno! Y en el futuro tendremos hombres y mujeres en el horno!
 Las dos cosas: saber conducir a la armonía, saber alfarerear el corazón joven entre los límites y los horizontes… Un educador que sabe moverse entre estas dos puntas hace crecer, un educador que se mueve en la tensión entre estos dos puntos es un educador que hace madurar. Mas aún, moverse entre estas dos puntas es confiar en los chicos, saber que hay material humano grande! Solamente hay que incentivarlos! Y de esos somos testigos acá: ahí está el olivo plantado hace diez años después de una Carpa de la Paz, eso lo hicieron los chicos porque se los incentivó a trabajar por la paz! En el 2007 los mismos chicos trabajaron en el proyecto Ciudad Educativa que fue llevado a la Legislatura y fue aprobado… lo hicieron ellos! Son capaces de eso! Y ahora, en este trabajo de Escuela de Vecinos, con chicos de escuelas de gestión estatal y de gestión privada, todos juntos y de diferentes credos, todos juntos están mostrando la capacidad creativa que tienen nuestros chicos; y Buenos Aires está creando conciencia, nos están pidiendo el trabajo de la Escuela de Vecinos en otras localidades del país. Y menciono tres cosas nomás que hicieron nuestros chicos pero podría mencionar más! Y las hicieron porque fueron conducidos entre el límite y el horizonte. Este es nuestro desafío hoy: crear armonía entre el límite y el horizonte.
 Estos chicos son los que van a recibir a nuestra generación. Y nos queda la pregunta sobre como van a estar cuando nos reciban a nosotros…Tendrán la suficiente armonía interior? Tendrán el suficiente basamento interior del límite y la suficiente esperanza en el horizonte para recibirnos como aquellos que los precedieron en la vida, que hicieron el camino de la sabiduría? O estarán en la pavada y nos dejarán en un geriátrico maloliente, más parecido a un volquete que a una casa de personas? Sabremos rescatar a esta juventud de la cultura del volquete que se está instalando? Y ahora que estamos tan sensibles, y está bien que así sea, de todo lo que sea colonización de nuestra soberanía, ¿Somos sensibles también de cualquier colonización exacerbada que aliena a nuestros de chicos de cualquier armonía y que después de usarlos los dejan tirados al borde del camino? ¿Somos sensibles a esta colonización conducida por las drogas, el alcohol, la falta de límites?
Estos chicos son los que nos recibirán a nosotros. Les vamos entregar la bandera: una pregunta, como la llevamos nosotros… ¿Bien alta? ¿Y ellos como serán capaces de recibirla? Serán hombres y mujeres que solamente tendrán mística de bandera a media asta y de ahí no suben? O serán hombres y mujeres preparados en armonía y con el horizonte certero que llevarán la bandera hasta lo mas alto del mástil? Eso es lo que vamos a pedir hoy: La gracia de saber educar en la armonía. De saber amasar estos corazones jóvenes para que vivan en libertad, lejos de toda opción esclavizante, colonizante y que quita la libertad. 
Buenos Aires, Miércoles 18 de abril de 2012.
Cardenal Jorge M. Bergoglio, s.j.

domingo, 17 de junio de 2012


El progresismo, la Verdad y la Vida
Viernes, 08 de Junio de 2012 00:00
Marcelo R. Necol
(AA) La RAE precisa, en una de sus definiciones, al Progreso como: Avance, Adelanto, Perfeccionamiento. Palabra de uso habitual y amplio eco social, sobre todo entre las débiles paredes del pseudo-progresismo, pregonado sin cansancio por quienes le robaron hasta el aliento al gran ausente que dicen representar: el progreso social. No sabemos dónde está, ni por qué se fue, pero ellos dicen que hablan por él.
Y sí sabemos, que no solo le quitaron la substancia que le daba vida, sino que en su nombre se pretenden realizar las atrocidades más inicuas. Es que las banderas del Progreso verdadero no son las que flamean en lo alto. Se trata de banderas manchadas de ideologías orgullosas de la estulticia que representan; desnaturalización progresiva que no es más que una cabal consecuencia de la falta de Justicia y de Verdad a la hora de discutir temas fundamentales. Esto no es casual: solo bastó con generar el dogma secular de que el "cambio por el cambio mismo" es el auténtico camino, aceptado por tantos con beneplácito y sin algún atisbo de pensamiento crítico que al menos se anime a cuestionar sobre la legitimidad, la necesidad y la oportunidad del mismo. Es que el solo pensamiento dispar para con el régimen del pseudo-progresismo, es motivo suficiente para desacreditar con adjetivos insultantes, a la vez que carentes de toda calidad argumentativa y realidad, a quienes se pregunten si todo es lícito a la luz del nuevo "dogma".
Si tomamos el término de Perfeccionamiento como definición más acabada del Progreso, podremos poner luz sobre ciertas cuestiones de nuestros días. Uno de ellos, y de una importancia medular, es el Fallo de la Corte Suprema de Justicia sobre la interpretación (¿?) que debe hacerse del Artículo 86 del Código Penal en los casos de abortos no punibles. No es la cuestión aquí, meternos en la discusión sobre el Derecho Positivo argentino y la inconstitucionalidad del Artículo 86 del Código mencionado (debido a los Pactos Internacionales adheridos y de jerarquía constitucional), ni sobre la amplitud de la interpretación del mismo, que termina por inventar un nuevo caso de "aborto no punible", sino que, y esto resulta perentorio, se trata de alzar la voz por quienes no pueden o, lamentablemente, ya no podrán hacerlo.
No soy experto en derecho, pero considero de una sensatez y sabiduría admirable aquella enseñanza de Cicerón de que: “No existe en absoluto la justicia, si no está fundada sobre la naturaleza; si la justicia se funda en un interés, otro interés la destruye” (Cicerón, Sobre las Leyes, I, 15). No estamos ante una cuestión banal, es imprescindible advertir la importancia grave que denota: tanto se ha desnaturalizado el Derecho Positivo, sujetándolo a caprichosos "derechos" de unos pocos, que la Ley Natural sufre la alienación y el vituperio propios de sociedades decadentes, destruyendo el auténtico carácter de toda Ley verdadera y justa.
Seamos claros. Nadie niega el ultraje deleznable realizado a la dignidad de la víctima de una violación, el daño causado a la persona en sus esferas psíquica, física y espiritual y el infierno vivido que seguramente supera toda capacidad imaginativa. Ahora bien, en los casos en los que se produce un embarazo:
  • ¿cuál es la solución buscada por los propagandistas del aborto, proponiendo una práctica que no es ni más ni menos que interrumpir el desarrollo normal de un ser humano inocente en gestación?
  • ¿Son conscientes de que se trata de una vida humana, y que la "solución" propuesta a la víctima es terminar con la vida de su hijo?¿Son conscientes que al no exigirse la denuncia, amén de la posibilidad de casos inventados, se está beneficiando al violador, que es el único culpable de delito?
  • ¿Son conscientes de que en el aborto en los casos de violación, se aplica una pena de muerte al hijo del delincuente, que es inocente, mientras que el delincuente hoy cuenta con garantías demasiado generosas?
  • ¿son conscientes de que al realizar un aborto se destruyen dos vidas con seguridad: la del feto (que, recordémoslo, es un ser humano en estado gestacional) y la de la madre por cargarle con el trauma de un aborto y todo lo que significa, incluido el síndrome post aborto que algunos suelen intentar silenciar?
  • ¿son consciente que están discriminando en categorías de personas, al considerar de una dignidad inferior a los embriones y fetos humanos, por su mero estado gestacional y/o por ser hijos de un violador y/o por la situación de su concepción, de la que son inocentes, por más lamentable que sea?
  • ¿Este es el perfeccionamiento social que se jactan de defender en connivencia y con complicidad de jueces, políticos e intereses internacionales?
No existe verdadero progreso social, si a la hora de definir sus parámetros y horizonte, se prescinde de voces importantes, como la de la ciencia. Esta, en relación al inicio de la vida del ser humano, tiene mucho que decir, y mucho más aun, si consideramos que no puede definirse, en toda su magnitud, el valor ontológico del ser humano - cualidad propia, intangible, inalienable y consecuente con su naturaleza y dignidad- sin precisarse previamente su estatuto biológico. Solo así, luego de precisar y definir este estatuto mencionado, podemos definir los otros estatutos, también importantes, que del primero debieran emanar: filosófico, antropológico y jurídico. La Embriología, la Genética Molecular, la Bioquímica y la Biología en su conjunto, son algunas de las disciplinas que aportan la evidencia más clara, y de continua actualización y confirmación, sobre el inicio de la vida humana a partir de la fecundación: evento crítico que pone en marcha un maravilloso y nuevo ciclo vital. Como enseña el Dr. en Biología Gilbert: "La fecundación: el inicio de un nuevo organismo". Este, consiste en la puesta en marcha del desarrollo de un nuevo organismo, ya presente desde el primer estadío, el cigoto, que irá atravesando por diferentes etapas posteriores (mórula, blástula, etc.), hasta llegar al momento del parto. Ni antes del nacimiento ni después, existe condición alguna que modifique la dignidad propia de todo ser humano, ya que las diferentes etapas gestacionales (incluyendo la etapa de pre-implantación) manifiestan, ni más ni menos, que el armonioso, perfectamente coordinado y continuo desarrollo embrionario. Así como un cigoto continúa su desarrollo hacia la mórula, el niño lo hace hacia la adolescencia, sin perder en ningún momento su pertenencia a la especie humana, y su dignidad y valor inmanente que lo caracterizan y le son propios.
Es de esperar que los jueces, y legisladores cuando llegue su momento, no desconozcan o pretendan desconocer, la voz de la ciencia. No esperamos que sean embriólogos eruditos; sí, en cambio, que se instruyan en los más elementales contenidos propios de los temas sobre los que legislan o se pronuncian, y que no olviden que no existen derechos verdaderos, si desconocen aquellos que son fundamentales y pertenecen a la humanidad en su conjunto y a cada persona en particular, y si desconocen, sobre todo, el primero y más elemental valor, que es el de la vida.
Por tantas voces silenciadas, por los innumerables rostros sin nombres y nombres sin sueños que descansan en el olvido intencionado de muchos, hoy levantamos nuestra voz, y abrazándolos en la memoria incorruptible, que es la del corazón, miramos esperanzados el país del mañana que soñamos, aquella Nación que por antonomasia sea solo Verdad y Vida. 
 

un gran aporte a la educación argentina...


jueves, 7 de junio de 2012

Familia y Escuela



    familia-y-escuela

La familia es escuela del auténtico humanismo donde se va fraguando el desarrollo integral de la persona y sus relaciones humanas.
Los padres como primeros educadores tienen en sus manos la noble y comprometedora tarea de educar y orientar en los valores que dan sentido a la vida de sus hijos, creando un clima adecuado como ámbito de personalización, maduración personal y socialización, sabiendo que un desarrollo bio-psico-socio-espiritual sano, conlleva a la plena realización de la persona.

Por otro lado la escuela , primer ámbito donde el niño amplía su socialización, establece los primeros vínculos con el objeto de conocimiento y va desarrollando sus primeros aprendizajes sistemáticos ; debe brindar al niño y a la familia la contención y orientación necesaria para un desarrollo pleno e integral.
Familia-Escuela constituyen un binomio inseparable y ambas deben caminar en la misma dirección apuntando a la formación integral del niño.